Crece la demanda de seguros de crédito

La revista económica ‘Tarragona Empresarial’ publica en su último número la visión del director de Credit Broker Protego, David Giménez, sobre la coyuntura económica y su efecto en la evolución del seguro de crédito. Por su interés, lo reproducimos textualmente:

Se calcula que en lo que va de año la subida de los tipos ha encarecido un 60% el coste de la financiación a las empresas, Y los analistas indican que en los próximos meses se va a doblar el interés del crédito. Según los datos del Banco de España, los créditos de hasta 250.000 euros tenían un tipo medio del 2,3% a diciembre de 2021. El avance del euríbor a tres meses, referente de los préstamos a las sociedades, hace prever que a final de año esa media rondará el 4,3%.

En la práctica, las empresas, -bajo el ojo del huracán provocado por la elevada inflación, el alto coste de las materias primas, la subida de la energía y el fin de las carencias de los créditos ICO-, van a tener que pagar el crédito al doble de lo que se comercializaba hace 365 días. Y no sólo suben los tipos, sino que va cerrando progresivamente el grifo del crédito, con pymes y autónomos en la lista negra de la banca. La previsión en 2023 pasa por un frenazo del crédito y un repunte de la morosidad. Para colmo, los fraudes en las transacciones comerciales crecen a un ritmo preocupante, lo que hace necesario extremar las precauciones.

La primera instrucción a los bancos es dar largas a quienes busquen refinanciar sus préstamos al mismo tiempo que se ejecutan los avales de los créditos ICO, -el 80% a fondo perdido-, con la idea de que el Estado se haga cargo de los impagos antes de que surjan problemas en la caja pública o se descubra morosidad oculta bajo las alfombras del sector financiero. A día de hoy, el barómetro que maneja el Consejo General de colegios de gestores administrativos revela que el 40% de los pequeños y medianos negocios han cerrado con pérdidas durante el primer semestre de 2022, más de 700.000 pymes tienen serios problemas de liquidez y están en quiebra técnica unas 90.000 empresas. 

Los especialistas en política fiscal siguen buscando el modo de inyectar liquidez al tejido emprendedor: deflactar impuestos, revisar el IVA de algunos productos y buscar soluciones alternativas a los altos costes de la energía. También insisten en que toca reducir la presión de los seguros sociales y flexibilizar el mercado de trabajo en la medida de lo posible. En todo caso, ninguna de estas recetas va a poder evitar el incremento de los impagos; la expectativa general, alimentada por las restricciones de liquidez y los tipos de interés más altos, pasa por un aumento exponencial de las insolvencias.

En una visión con cierta perspectiva, los efectos más persistentes de la pandemia se han gangrenado por la crisis de Ucrania, la interrupción de las cadenas de suministro, la escasez de mano de obra, las altas tasas de inflación y las subidas de los tipos. En esta tesitura, la Unión de Berna, asociación que reúne a las 83 principales aseguradoras de crédito del mundo, confirma que la mayor percepción de riesgos comerciales e incertidumbre está impulsando una creciente demanda de seguros de crédito. Prevenir significa consultar a los mejores especialistas: si la buena información es siempre la herramienta predilecta del empresario, en la actual coyuntura se ha convertido en una aliada indispensable. Si incluso con la máxima precaución surgiese algún contratiempo, conviene recordar que el seguro de crédito ofrece una solución indemnizatoria de hasta el 95% del importe impagado.

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