El efecto combinado de la inflación y las secuelas de la pandemia sigue aflorando con toda su crudeza. El 50% de las pymes de Tarragona puede entrar en pérdidas, según Pimec.
El INE refleja que en nuestra provincia se disolvieron hasta septiembre casi 300 sociedades; hay que retroceder hasta 2013 para encontrar registros similares. Más datos: en 2021, ya con el IPC en subida libre, hubo en Tarragona 400 concursos de acreedores, la mayor debacle en la serie histórica, y 2022 mantiene el ritmo, con 200 en el primer semestre.
En momentos de incertidumbre como el actual las empresas deben tener acceso a información contrastada y actualizada de sus clientes o potenciales clientes. Las cifras no engañan en un escenario de supervivencia para quienes sepan adaptarse y afinar en la gestión del riesgo.