Con los tipos de interés al alza para frenar la inflación, la financiación alternativa a la banca tradicional gana enteros por las menores garantías exigidas y la flexibilidad en los plazos de retorno del crédito. Los datos del último barómetro del Instituto de Estudios Financieros (IEF) indican que el 56% de las empresas ya utiliza estos servicios -con el factoring, renting y leasing a la cabeza- y el grado de conocimiento sube 22 puntos hasta el 85%.
Según informa Cinco Días, las entidades bancarias siguen endurenciendo las condiciones de los préstamos para evitar una avalancha de morosidad y los avales ya se disparan un 46%. En estos primeros meses de 2023, las entidades han elevado los criterios para aceptar las solicitudes de préstamos en medio de la crisis de precios, la nueva subida de tipos por parte del supervisor y la crisis de confianza que se desató en los de los mercados hacia el sector bancario tras el colapso de Silicon Valley Bank y Credit Suisse.
Los bancos consultados admiten una caída en la demanda de crédito por parte de las empresas, y también reconocen que de forma gradual se han elevado las exigencias para acceder a la financiación. No obstante, puntualizan que no obedece a una política por parte de las entidades de cerrar el grifo, sino a las condiciones macroeconómicas.
Nada indica que los bancos vayan a ablandar su política en los próximos 12 meses, por lo que nuestra recomendación es consultar e informarse a través un buen especialista para examinar las mejores oportunidades que ofrece el mercado.
